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Sagradas Escrituras (1569) -
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11
|2 Tessalonicenses 1:11|
por lo cual, asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamado, y llene de bondad a cada voluntad, y a toda obra de fe con potencia,
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12
|2 Tessalonicenses 1:12|
para que el Nombre del Señor nuestro, Jesús, el Cristo sea clarificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesús, el Cristo.
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1
|2 Tessalonicenses 2:1|
Os rogamos, hermanos, en cuanto a la venida del Señor nuestro, Jesús, el Cristo, y nuestro recogimiento a él,
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2
|2 Tessalonicenses 2:2|
que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espÃritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como si el dÃa del Señor estuviera cerca.
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3
|2 Tessalonicenses 2:3|
No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasÃa, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdicion,
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4
|2 Tessalonicenses 2:4|
oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, o divinidad; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.
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5
|2 Tessalonicenses 2:5|
¿No os acordáis que cuando estaba con vosotros, os decÃa esto?
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6
|2 Tessalonicenses 2:6|
Y vosotros sabéis qué es lo que lo impide ahora, para que a su tiempo se manifieste.
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7
|2 Tessalonicenses 2:7|
Porque ya está obrando el misterio de iniquidad, solamente que el que ahora domina, dominará hasta que sea quitado;
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8
|2 Tessalonicenses 2:8|
y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el EspÃritu de su boca, y con la claridad de su venida lo quitará:
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