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Biblia de Jerusalén (1976) -
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31
|João 4:31|
Entretanto, los discÃpulos le insistÃan diciendo: «RabbÃ, come.»
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32
|João 4:32|
Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.»
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33
|João 4:33|
Los discÃpulos se decÃan unos a otros: «¿Le habrá traÃdo alguien de comer?»
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34
|João 4:34|
Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra.
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|João 4:35|
¿No decÃs vosotros: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega. Ya
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36
|João 4:36|
el segador recibe el salario, y recoge fruto para vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador.
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37
|João 4:37|
Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador:
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38
|João 4:38|
yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.»
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39
|João 4:39|
Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho.»
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40
|João 4:40|
Cuando llegaron donde él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allà dos dÃas.
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