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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Neemias 3:31|
Después de él MalkiyÃas, del gremio de los orfebres, reparó hasta la casa de los donados y de los comerciantes, frente a la puerta de la Inspección, hasta la cámara alta del ángulo.
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32
|Neemias 3:32|
Y entre la cámara alta del ángulo y la puerta de las Ovejas, repararon los orfebres y los comerciantes.
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|Neemias 3:33|
Cuando Samballat se enteró de que estábamos reconstruyendo la muralla, montó en cólera y se irritó mucho. Se burlaba de los judÃos,
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|Neemias 3:34|
y decÃa delante de sus hermanos y de la gente principal de SamarÃa: «¿Qué pretenden hacer esos miserables judÃos? ¿Es que quieren terminar en un dÃa? ¿Van a dar vida a esas piedras, sacadas de montones de escombros y calcinadas?»
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|Neemias 3:35|
TobÃas el ammonita, que estaba junto a él, dijo: «¡Déjales que construyan; que si un chacal se alza, abrirá brecha en su muralla de piedra!»
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|Neemias 3:36|
¡Escucha, Dios nuestro, porque nos desprecian. Haz que caiga su insulto sobre su cabeza. Entrégalos al desprecio en un paÃs de cautividad!
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|Neemias 3:37|
No pases por alto su iniquidad, ni su pecado sea borrado en tu presencia, porque han insultado a los constructores.
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|Neemias 3:38|
Construimos, pues, la muralla, que quedó terminada hasta media altura. El pueblo habÃa puesto su corazón en el trabajo.
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