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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Hebreus 12:22|
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a mirÃadas de ángeles, reunión solemne
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|Hebreus 12:23|
y asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espÃritus de los justos llegados ya a su consumación,
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|Hebreus 12:24|
y a Jesús, mediador de una nueva Alianza, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel.
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|Hebreus 12:25|
Guardaos de rechazar al que os habla; pues si los que rechazaron al que promulgaba los oráculos desde la tierra no escaparon al castigo, mucho menos nosotros, si volvemos la espalda al que nos habla desde el cielo.
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|Hebreus 12:26|
Su voz conmovió entonces la tierra. Mas ahora hace esta promesa: = Una vez más haré yo que se estremezca = no sólo = la tierra, = sino también = el cielo. =
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|Hebreus 12:27|
Estas palabras, = una vez más, = quieren decir que las cosas conmovidas se cambiarán, ya que son realidades creadas, a fin de que permanezcan las inconmovibles.
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|Hebreus 12:28|
Por eso, nosotros que recibimos un reino inconmovible, hemos de mantener la gracia y, mediante ella, ofrecer a Dios un culto que le sea grato, con religiosa piedad y reverencia,
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|Hebreus 12:29|
pues nuestro = Dios es fuego devorador. =
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|Hebreus 13:1|
Permaneced en el amor fraterno.
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2
|Hebreus 13:2|
No os olvidéis de la hospitalidad; gracias a ella hospedaron algunos, sin saberlo, a ángeles.
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