-
-
Biblia Dios Habla Hoy
-
-
11
|2 Samuel 14:11|
Pero ella insistió:—¡Ruego a Su Majestad que invoque al Señor su Dios, para que el pariente que quiera vengar la muerte de mi hijo no aumente la destrucción matando a mi otro hijo!El rey afirmó:—¡Te juro por el Señor que no caerá al suelo ni un pelo de la cabeza de tu hijo!
-
12
|2 Samuel 14:12|
Pero la mujer siguió diciendo:—Permita Su Majestad que esta servidora suya diga tan sólo una palabra más.—Habla —dijo el rey.
-
13
|2 Samuel 14:13|
Entonces la mujer preguntó:—¿Por qué, pues, piensa Su Majestad hacer esto mismo contra el pueblo de Dios? Según lo que Su Majestad mismo ha dicho, resulta culpable por no dejar que regrese su hijo desterrado.
-
14
|2 Samuel 14:14|
Es un hecho que todos tenemos que morir; somos como agua que se derrama en el suelo, que no se puede recoger. Sin embargo, Dios no quita la vida a nadie, sino que pone los medios para que el desterrado no siga alejado de él.
-
15
|2 Samuel 14:15|
Ahora bien, si yo he venido a decir esto a Su Majestad, mi señor, es porque la gente me atemorizó. Por eso decidió esta servidora suya hablar, por si acaso Su Majestad aceptaba hacer lo que he pedido.
-
16
|2 Samuel 14:16|
Si Su Majestad me atiende, podrá librarme de quien quiere arrancarnos, a mi hijo y a mí, de esta tierra que pertenece a Dios.
-
17
|2 Samuel 14:17|
Esta servidora suya espera que la respuesta de Su Majestad la tranquilice, pues Su Majestad sabe distinguir entre lo bueno y lo malo, igual que un ángel de Dios. ¡Que Dios el Señor quede con Su Majestad!
-
18
|2 Samuel 14:18|
El rey respondió a la mujer:—Te ruego que no me ocultes nada de lo que voy a preguntarte.—Hable Su Majestad —contestó la mujer.
-
19
|2 Samuel 14:19|
Entonces el rey le preguntó:—¿No es verdad que Joab te ha metido en todo esto?Y la mujer contestó:—Juro por Su Majestad que nada hay más cierto que lo que Su Majestad ha dicho. En efecto, Joab, oficial de Su Majestad, es quien me ordenó venir, y él mismo me dijo todo lo que yo tenía que decir.
-
20
|2 Samuel 14:20|
Pero lo hizo con el deseo de que cambien las cosas. Sin embargo, Su Majestad es tan sabio que conoce como un ángel de Dios todo lo que ocurre en el país.
-
-
Sugerencias
Haga clic para leer Filipenses 1-4