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Nueva Versión Internacional
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|1 Reyes 2:31|
―¡Pues dale gusto! —ordenó el rey—. ¡Mátalo y entiérralo! De ese modo me absolverás a mí y a mi familia de la sangre inocente que derramó Joab.
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|1 Reyes 2:32|
El SEÑOR hará recaer sobre su cabeza la sangre que derramó, porque a espaldas de mi padre atacó Joab a Abner hijo de Ner, que era comandante del ejército de Israel, y a Amasá hijo de Jéter, que era comandante del ejército de Judá. Así mató a filo de espada a dos hombres que eran mejores y más justos que él.
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|1 Reyes 2:33|
¡Que la culpa de esas muertes recaiga para siempre sobre la cabeza de Joab y de sus descendientes! ¡Pero que la paz del SEÑOR permanezca para siempre con David y sus descendientes, y con su linaje y su trono!
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|1 Reyes 2:34|
Benaías hijo de Joyadá fue y mató a Joab, e hizo que lo sepultaran en su hacienda de la estepa.
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|1 Reyes 2:35|
Entonces el rey puso a Benaías hijo de Joyadá sobre el ejército en lugar de Joab, y al sacerdote Sadoc lo puso en lugar de Abiatar.
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|1 Reyes 2:36|
Luego mandó llamar a Simí y le dijo: ―Constrúyete una casa en Jerusalén, y quédate allí. No salgas a ninguna parte,
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|1 Reyes 2:37|
porque el día que salgas y cruces el arroyo de Cedrón, podrás darte por muerto. Y la culpa será tuya.
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|1 Reyes 2:38|
―De acuerdo —le respondió Simí al rey—. Yo estoy para servir a Su Majestad, y acataré sus órdenes. Simí permaneció en Jerusalén por un buen tiempo,
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|1 Reyes 2:39|
pero tres años más tarde dos de sus esclavos escaparon a Gat, donde reinaba Aquis hijo de Macá. Cuando le avisaron a Simí que sus esclavos estaban en Gat,
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40
|1 Reyes 2:40|
aparejó su asno y se fue allá a buscarlos y traerlos de vuelta.
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Sugerencias
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