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Nueva Versión Internacional -
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|1 Reyes 2:38|
―De acuerdo —le respondió Simí al rey—. Yo estoy para servir a Su Majestad, y acataré sus órdenes. Simí permaneció en Jerusalén por un buen tiempo,
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|1 Reyes 2:39|
pero tres años más tarde dos de sus esclavos escaparon a Gat, donde reinaba Aquis hijo de Macá. Cuando le avisaron a Simí que sus esclavos estaban en Gat,
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|1 Reyes 2:40|
aparejó su asno y se fue allá a buscarlos y traerlos de vuelta.
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|1 Reyes 2:41|
Al oír Salomón que Simí había ido de Jerusalén a Gat y había regresado,
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|1 Reyes 2:42|
lo mandó llamar y le dijo: ―Yo te hice jurar por el SEÑOR, y te advertí: “El día que salgas a cualquier lugar, podrás darte por muerto”. Y tú dijiste que estabas de acuerdo y que obedecerías.
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|1 Reyes 2:43|
¿Por qué, pues, no cumpliste con tu juramento al SEÑOR ni obedeciste la orden que te di?
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|1 Reyes 2:44|
El rey también le dijo a Simí: ―Tú bien sabes cuánto daño le hiciste a mi padre David; ahora el SEÑOR se vengará de ti por tu maldad.
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|1 Reyes 2:45|
En cambio, yo seré bendecido, y el trono de David permanecerá firme para siempre en presencia del SEÑOR.
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|1 Reyes 2:46|
Acto seguido, el rey le dio la orden a Benaías hijo de Joyadá, y este fue y mató a Simí. Así se consolidó el reino en manos de Salomón.
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|1 Reyes 3:1|
Salomón entró en alianza con el faraón, rey de Egipto, casándose con su hija, a la cual llevó a la Ciudad de David mientras terminaba de construir su palacio, el templo del SEÑOR y el muro alrededor de Jerusalén.
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Sugerencias
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