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Nueva Versión Internacional
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|1 Reyes 20:30|
Los demás soldados huyeron a Afec, pero la muralla de la ciudad se desplomó sobre veintisiete mil de ellos. Ben Adad, que también se había escapado a la ciudad, andaba de escondite en escondite.
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|1 Reyes 20:31|
Entonces sus funcionarios le dijeron: «Hemos oído decir que los reyes del linaje de Israel son compasivos. Rindámonos ante el rey de Israel y pidámosle perdón. 76 Tal vez le perdone a usted la vida».
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|1 Reyes 20:32|
Se presentaron entonces ante el rey de Israel, se rindieron ante él y le rogaron: ―Su siervo Ben Adad dice: “Por favor, perdóname la vida”. ―¿Todavía está vivo? —preguntó el rey—. ¡Pero si es mi hermano!
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|1 Reyes 20:33|
Los hombres tomaron esa respuesta como un buen augurio y, aprovechando la ocasión, exclamaron: ―¡Claro que sí, Ben Adad es su hermano! ―Vayan por él —dijo el rey. Cuando Ben Adad se presentó ante Acab, este lo hizo subir a su carro de combate. Entonces Ben Adad le propuso:
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|1 Reyes 20:34|
―Te devolveré las ciudades que mi padre le quitó al tuyo, y podrás establecer zonas de mercado en Damasco, como lo hizo mi padre en Samaria. Acab le respondió: ―Sobre esa base, te dejaré en libertad. Y así firmó un tratado con él, y lo dejó ir.
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|1 Reyes 20:35|
En obediencia a la palabra del SEÑOR, un miembro de la comunidad de profetas le dijo a otro: ―¡Golpéame! Pero aquel se negó a hacerlo.
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|1 Reyes 20:36|
Entonces el profeta dijo: ―Por cuanto no has obedecido al SEÑOR, tan pronto como nos separemos te matará un león. Y, después de que el profeta se fue, un león le salió al paso y lo mató.
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|1 Reyes 20:37|
Más adelante, el mismo profeta encontró a otro hombre y le dijo: «¡Golpéame!» Así que el hombre lo golpeó y lo hirió.
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|1 Reyes 20:38|
Luego el profeta salió a esperar al rey a la vera del camino, cubierto el rostro con un antifaz.
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|1 Reyes 20:39|
Cuando pasaba el rey, el profeta le gritó: ―Este servidor de Su Majestad entró en lo más reñido de la batalla. Allí alguien se me presentó con un prisionero y me dijo: “Hazte cargo de este hombre. Si se te escapa, pagarás su vida con la tuya, o con tres mil monedas 77 de plata”.
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Sugerencias
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