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Nueva Versión Internacional -
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22
|2 Crónicas 34:22|
Jilquías y los demás comisionados del rey fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá 64 y nieto de Jarjás.
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23
|2 Crónicas 34:23|
Huldá les contestó: «Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Díganle al que los ha enviado
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|2 Crónicas 34:24|
que yo, el SEÑOR, les advierto: ‘Voy a enviar una desgracia sobre este lugar y sus habitantes, y haré que se cumplan todas las maldiciones que están escritas en el libro que se ha leído ante el rey de Judá.
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25
|2 Crónicas 34:25|
Ellos me han abandonado; han quemado incienso a otros dioses, y con todos sus ídolos 65 han provocado mi furor. Por eso arde mi ira contra este lugar, y no se apagará’.
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|2 Crónicas 34:26|
Pero al rey de Judá, que los envió para consultarme, díganle que yo, el SEÑOR, Dios de Israel, digo en cuanto a las palabras que él ha oído:
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27
|2 Crónicas 34:27|
‘Como te has conmovido y humillado ante mí al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, y te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el SEÑOR, lo afirmo.
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|2 Crónicas 34:28|
Por lo tanto, te reuniré con tus antepasados, y serás sepultado en paz. Tus ojos no verán la desgracia que voy a enviar sobre este lugar y sobre sus habitantes’ ”». Así que ellos regresaron para informar al rey.
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29
|2 Crónicas 34:29|
Entonces el rey mandó convocar a todos los ancianos de Judá y Jerusalén.
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30
|2 Crónicas 34:30|
Acompañado de todos los habitantes de Judá y de Jerusalén, de los sacerdotes, de los levitas y, en fin, de la nación entera, desde el más grande hasta el más pequeño, el rey subió al templo del SEÑOR y, en presencia de ellos, leyó todo lo que dice el libro del pacto que fue hallado en el templo del SEÑOR.
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31
|2 Crónicas 34:31|
Después se puso de pie, junto a la columna del rey, y ante el SEÑOR renovó el pacto. Se comprometió a seguir al SEÑOR y a poner en práctica, de todo corazón y con toda el alma, sus mandamientos, preceptos y decretos, cumpliendo así las palabras del pacto escritas en este libro.
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