-
-
Nueva Versión Internacional
-
-
11
|2 Reyes 5:11|
Naamán se enfureció y se fue, quejándose: «¡Yo creí que el profeta saldría a recibirme personalmente para invocar el nombre del SEÑOR su Dios, y que con un movimiento de la mano me sanaría de la lepra!
-
12
|2 Reyes 5:12|
¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Farfar, no son mejores que toda el agua de Israel? ¿Acaso no podría zambullirme en ellos y quedar limpio?» Furioso, dio media vuelta y se marchó.
-
13
|2 Reyes 5:13|
Entonces sus criados se le acercaron para aconsejarle: «Señor, 11 si el profeta le hubiera mandado hacer algo complicado, ¿usted no le habría hecho caso? ¡Con más razón si lo único que le dice a usted es que se zambulla, y así quedará limpio!»
-
14
|2 Reyes 5:14|
Así que Naamán bajó al Jordán y se sumergió siete veces, según se lo había ordenado el hombre de Dios. ¡Y su piel se volvió como la de un niño, y quedó limpio!
-
15
|2 Reyes 5:15|
Luego Naamán volvió con todos sus acompañantes y, presentándose ante el hombre de Dios, le dijo: ―Ahora reconozco que no hay Dios en todo el mundo, sino solo en Israel. Le ruego a usted aceptar un regalo de su servidor.
-
16
|2 Reyes 5:16|
Pero Eliseo respondió: ―¡Tan cierto como que vive el SEÑOR, a quien yo sirvo, que no voy a aceptar nada! Y por más que insistió Naamán, Eliseo no accedió.
-
17
|2 Reyes 5:17|
―En ese caso —persistió Naamán—, permítame usted llevarme dos cargas de esta tierra, 12 ya que de aquí en adelante su servidor no va a ofrecerle holocaustos ni sacrificios a ningún otro dios, sino solo al SEÑOR.
-
18
|2 Reyes 5:18|
Y, cuando mi señor el rey vaya a adorar en el templo de Rimón y se apoye de mi brazo, y yo me vea obligado a inclinarme allí, desde ahora ruego al SEÑOR que me perdone por inclinarme en ese templo.
-
19
|2 Reyes 5:19|
―Puedes irte en paz —respondió Eliseo. Naamán se fue, y ya había recorrido cierta distancia
-
20
|2 Reyes 5:20|
cuando Guiezi, el criado de Eliseo, hombre de Dios, pensó: «Mi amo ha sido demasiado bondadoso con este sirio Naamán, pues no le aceptó nada de lo que había traído. Pero yo voy a correr tras él, a ver si me da algo. ¡Tan cierto como que el SEÑOR vive!»
-
-
Sugerencias
Haga clic para leer 1 Corintios 14-16