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Nueva Versión Internacional
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|2 Reyes 9:31|
Al entrar Jehú por la puerta de la ciudad, ella le preguntó: ―¿Cómo estás, Zimri, asesino de tu señor? 32
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|2 Reyes 9:32|
Levantando la vista hacia la ventana, Jehú gritó: ―¿Quién está de mi parte? ¿Quién? Entonces se asomaron dos o tres oficiales, 33
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|2 Reyes 9:33|
y Jehú les ordenó: ―¡Arrójenla de allí! Así lo hicieron, y su sangre salpicó la pared y a los caballos que la pisotearon.
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|2 Reyes 9:34|
Luego Jehú se sentó a comer y beber, y dio esta orden: ―Ocúpense de esa maldita mujer; denle sepultura, pues era hija de un rey.
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|2 Reyes 9:35|
Pero, cuando fueron a enterrarla, no encontraron más que el cráneo, los pies y las manos.
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|2 Reyes 9:36|
Así que volvieron para informarle a Jehú, y este comentó: ―Se ha cumplido la palabra que el SEÑOR dio a conocer por medio de su siervo Elías el tisbita, que dijo: “En el campo de Jezrel los perros se comerán a Jezabel”. 34
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|2 Reyes 9:37|
De hecho, el cadáver de Jezabel será como estiércol en el campo de Jezrel, y nadie podrá identificarla ni decir: “Esta era Jezabel”.
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Sugerencias
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