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Nueva Versión Internacional
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|2 Reyes 9:18|
El jinete se fue al encuentro de Jehú y le dijo: ―El rey quiere saber si vienen en son de paz. ―¿Y a ti qué te importa? —replicó Jehú—. Ponte allí atrás. Entonces el centinela anunció: ―El mensajero ya llegó hasta ellos, pero no lo veo regresar.
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|2 Reyes 9:19|
Por tanto, el rey mandó a otro jinete, el cual fue a ellos y repitió: ―El rey quiere saber si vienen en son de paz. ―Eso a ti no te importa —replicó Jehú—. Ponte allí atrás.
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|2 Reyes 9:20|
El centinela informó de nuevo: ―Ya llegó el mensajero hasta ellos, pero a él tampoco lo veo regresar. Además, el que conduce el carro ha de ser Jehú hijo de Nimsi, pues lo hace como un loco.
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|2 Reyes 9:21|
―¡Enganchen el carro! —exclamó Jorán. Así lo hicieron. Y en seguida Jorán, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, cada uno en su carro, salieron y se encontraron con Jehú en la propiedad que había pertenecido a Nabot el jezrelita.
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|2 Reyes 9:22|
Cuando Jorán vio a Jehú, le preguntó: ―Jehú, ¿vienes en son de paz? ―¿Cómo puede haber paz mientras haya tantas idolatrías 28 y hechicerías de tu madre Jezabel? —replicó Jehú.
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|2 Reyes 9:23|
Jorán se dio la vuelta para huir, mientras gritaba: ―¡Traición, Ocozías!
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|2 Reyes 9:24|
Pero Jehú, que ya había tensado su arco, le disparó a Jorán por la espalda, y la flecha le atravesó el corazón. Jorán se desplomó en el carro,
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|2 Reyes 9:25|
y Jehú le ordenó a su ayudante Bidcar: ―Saca el cadáver y tíralo en el terreno que fue propiedad de Nabot el jezrelita. Recuerda el día en que tú y yo conducíamos juntos detrás de Acab, padre de Jorán, y el SEÑOR pronunció contra él esta sentencia:
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|2 Reyes 9:26|
“Ayer vi aquí la sangre de Nabot y de sus hijos. Por lo tanto, juro que en este mismo terreno te haré pagar por ese crimen. Yo, el SEÑOR, lo afirmo”. 29 Saca, pues, el cadáver y tíralo en el terreno, según la palabra que dio a conocer el SEÑOR.
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|2 Reyes 9:27|
Cuando Ocozías, rey de Judá, vio lo que pasaba, huyó en dirección a Bet Hagán. 30 Pero Jehú lo persiguió, y ordenó: ―¡Mátenlo a él también! Y lo hirieron 31 en su carro cuando iba por la cuesta de Gur, cerca de Ibleam, pero logró escapar y llegar a Meguido. Allí murió.
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