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Nueva Versión Internacional -
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8
|Hechos 9:8|
Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco.
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9
|Hechos 9:9|
Estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada.
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10
|Hechos 9:10|
Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión.
―¡Ananías! ―Aquí estoy, Señor.
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11
|Hechos 9:11|
―Anda, ve a la casa de Judas, en la calle llamada Derecha, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando,
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12
|Hechos 9:12|
y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.
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13
|Hechos 9:13|
Entonces Ananías respondió: ―Señor, he oído hablar mucho de ese hombre y de todo el mal que ha causado a tus santos en Jerusalén.
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|Hechos 9:14|
Y ahora lo tenemos aquí, autorizado por los jefes de los sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.
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15
|Hechos 9:15|
―¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel.
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16
|Hechos 9:16|
Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre.
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|Hechos 9:17|
Ananías se fue y, cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo».
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