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Nueva Versión Internacional -
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21
|Deuteronomio 9:21|
Luego agarré el becerro que ustedes se fabricaron, ese ídolo que los hizo pecar, y lo quemé en el fuego; lo desmenucé y lo reduje a polvo fino, y arrojé el polvo al arroyo que baja de la montaña.
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22
|Deuteronomio 9:22|
»En Taberá, en Masá y en Quibrot Hatavá ustedes provocaron también la indignación del SEÑOR,
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23
|Deuteronomio 9:23|
lo mismo que cuando el SEÑOR los envió desde Cades Barnea y les dijo: “Vayan y tomen posesión de la tierra que les he dado”. Ustedes se rebelaron contra la orden del SEÑOR su Dios; no confiaron en él ni le obedecieron.
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24
|Deuteronomio 9:24|
¡Desde que los conozco han sido rebeldes al SEÑOR!
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25
|Deuteronomio 9:25|
»Como el SEÑOR había dicho que los destruiría, yo me quedé postrado ante él esos cuarenta días y cuarenta noches.
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26
|Deuteronomio 9:26|
Oré al SEÑOR y le dije: “SEÑOR y Dios, ¡no destruyas tu propia heredad, el pueblo que por tu grandeza redimiste y sacaste de Egipto con gran despliegue de fuerza!
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27
|Deuteronomio 9:27|
¡Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob! Pasa por alto la terquedad de este pueblo, y su maldad y su pecado,
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28
|Deuteronomio 9:28|
no sea que allá, en el país de donde nos sacaste, digan: ‘El SEÑOR no pudo llevarlos a la tierra que les había prometido. Y, como los aborrecía, los sacó para que murieran en el desierto’.
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29
|Deuteronomio 9:29|
Después de todo, ellos son tu propia heredad; son el pueblo que sacaste con gran despliegue de fuerza y de poder”.
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Sugerencias
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