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Nueva Versión Internacional -
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23
|Éxodo 8:23|
Haré distinción 11 entre mi pueblo y tu pueblo. Esta señal milagrosa tendrá lugar mañana’ ”».
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24
|Éxodo 8:24|
Y así lo hizo el SEÑOR. Densas nubes de tábanos irrumpieron en el palacio del faraón y en las casas de sus funcionarios, y por todo Egipto. Por causa de los tábanos, el país quedó arruinado.
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25
|Éxodo 8:25|
Llamó entonces el faraón a Moisés y a Aarón, y les dijo: ―Vayan y ofrezcan sacrificios a su Dios aquí en el país.
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26
|Éxodo 8:26|
―No estaría bien hacerlo así —contestó Moisés—, porque los sacrificios que ofrecemos al SEÑOR nuestro Dios resultan ofensivos para los egipcios. Si a la vista de ellos ofrecemos sacrificios que les son ofensivos, seguramente nos apedrearán.
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27
|Éxodo 8:27|
Tenemos que hacer un viaje de tres días, hasta el desierto, para ofrecerle sacrificios al SEÑOR nuestro Dios, pues así nos lo ha ordenado.
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28
|Éxodo 8:28|
El faraón respondió: ―Voy a dejarlos ir para que ofrezcan sacrificios al SEÑOR su Dios en el desierto, con tal de que no se vayan muy lejos y de que rueguen a Dios por mí.
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29
|Éxodo 8:29|
―En cuanto salga yo de aquí —le aseguró Moisés al faraón—, rogaré por ti al SEÑOR, y de aquí a mañana los tábanos se habrán apartado de ti, de tus funcionarios y de tu pueblo. Pero tú no debes seguir engañándonos ni impidiendo que el pueblo vaya a ofrecerle sacrificios al SEÑOR.
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30
|Éxodo 8:30|
Así que Moisés salió y le rogó al SEÑOR por el faraón.
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31
|Éxodo 8:31|
El SEÑOR accedió a los ruegos de Moisés y apartó los tábanos del faraón, de sus funcionarios y de su pueblo. No quedó un solo tábano.
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32
|Éxodo 8:32|
Pero una vez más el faraón endureció su corazón y no dejó que el pueblo se fuera.
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Sugerencias
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