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Nueva Versión Internacional -
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19
|Éxodo 2:19|
―Porque un egipcio nos libró de los pastores —le respondieron—. ¡Hasta nos sacó el agua del pozo y dio de beber al rebaño!
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20
|Éxodo 2:20|
―¿Y dónde está ese hombre? —les contestó—. ¿Por qué lo dejaron solo? ¡Invítenlo a comer!
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21
|Éxodo 2:21|
Moisés convino en quedarse a vivir en casa de aquel hombre, quien le dio por esposa a su hija Séfora.
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22
|Éxodo 2:22|
Ella tuvo un hijo, y Moisés le puso por nombre Guersón, 3 pues razonó: «Soy un extranjero en tierra extraña».
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23
|Éxodo 2:23|
Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios,
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24
|Éxodo 2:24|
quien al oír sus quejas se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob.
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25
|Éxodo 2:25|
Fue así como Dios se fijó en los israelitas y los tomó en cuenta.
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1
|Éxodo 3:1|
Un día en que Moisés estaba cuidando el rebaño de Jetro, su suegro, que era sacerdote de Madián, llevó las ovejas hasta el otro extremo del desierto y llegó a Horeb, la montaña de Dios.
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2
|Éxodo 3:2|
Estando allí, el ángel del SEÑOR se le apareció entre las llamas de una zarza ardiente. Moisés notó que la zarza estaba envuelta en llamas, pero que no se consumía,
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3
|Éxodo 3:3|
así que pensó: «¡Qué increíble! Voy a ver por qué no se consume la zarza».
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Sugerencias
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