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Nueva Versión Internacional
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4
|Juan 8:4|
le dijeron a Jesús: ―Maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el acto mismo de adulterio.
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5
|Juan 8:5|
En la ley Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices?
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6
|Juan 8:6|
Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo.
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7
|Juan 8:7|
Y, como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo:
―Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
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8
|Juan 8:8|
E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en el suelo.
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9
|Juan 8:9|
Al oír esto, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta dejar a Jesús solo con la mujer, que aún seguía allí.
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10
|Juan 8:10|
Entonces él se incorporó y le preguntó:
―Mujer, ¿dónde están? 39 ¿Ya nadie te condena?
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11
|Juan 8:11|
―Nadie, Señor.
―Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.
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12
|Juan 8:12|
Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo:
―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
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13
|Juan 8:13|
―Tú te presentas como tu propio testigo —alegaron los fariseos—, así que tu testimonio no es válido.
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Sugerencias
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