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Nueva Versión Internacional
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14
|Jeremías 8:14|
«¿Qué hacemos aquí sentados? ¡Vengan, y vámonos juntos a las ciudades fortificadas para morir allí! El SEÑOR nuestro Dios nos está destruyendo. Nos ha dado a beber agua envenenada, porque hemos pecado contra él.
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15
|Jeremías 8:15|
Esperábamos paz, pero no llegó nada bueno. Esperábamos un tiempo de salud, pero solo nos llegó el terror.
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16
|Jeremías 8:16|
Desde Dan se escucha el resoplar de sus caballos; cuando relinchan sus corceles, tiembla toda la tierra. Vienen a devorarse el país, y todo lo que hay en él, la ciudad y todos sus habitantes».
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17
|Jeremías 8:17|
«¡Miren! Estoy lanzando contra ustedes serpientes venenosas que los morderán, y contra ellas no hay encantamiento», afirma el SEÑOR.
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18
|Jeremías 8:18|
La aflicción me abruma; 9 mi corazón desfallece.
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19
|Jeremías 8:19|
El clamor de mi pueblo se levanta desde todos los rincones del país: «¿Acaso no está el SEÑOR en Sión? ¿No está allí su rey?» «¿Por qué me provocan con sus ídolos, con sus dioses inútiles y extraños?»
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20
|Jeremías 8:20|
«Pasó la cosecha, se acabó el verano, y nosotros no hemos sido salvados».
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21
|Jeremías 8:21|
Por la herida de mi pueblo estoy herido; estoy de luto, el terror se apoderó de mí.
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22
|Jeremías 8:22|
¿No queda bálsamo en Galaad? ¿No queda allí médico alguno? ¿Por qué no se ha restaurado la salud de mi pueblo?
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1
|Jeremías 9:1|
¡Ojalá mi cabeza fuera un manantial, y mis ojos una fuente de lágrimas, para llorar de día y de noche por los muertos de mi pueblo!
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Sugerencias
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