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Nueva Versión Internacional -
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21
|Lucas 9:21|
Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran esto a nadie. Y les dijo:
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|Lucas 9:22|
―El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley. Es necesario que lo maten y que resucite al tercer día.
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23
|Lucas 9:23|
Dirigiéndose a todos, declaró:
―Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.
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24
|Lucas 9:24|
Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.
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25
|Lucas 9:25|
¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo?
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|Lucas 9:26|
Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles.
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27
|Lucas 9:27|
Además, les aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios.
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|Lucas 9:28|
Unos ocho días después de decir esto, Jesús, acompañado de Pedro, Juan y Jacobo, subió a una montaña a orar.
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|Lucas 9:29|
Mientras oraba, su rostro se transformó, y su ropa se tornó blanca y radiante.
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30
|Lucas 9:30|
Y aparecieron dos personajes —Moisés y Elías— que conversaban con Jesús.
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Sugerencias
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