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Nueva Versión Internacional
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19
|Lucas 8:19|
La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero, como había mucha gente, no lograban acercársele.
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20
|Lucas 8:20|
―Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte —le avisaron.
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21
|Lucas 8:21|
Pero él les contestó:
―Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica.
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22
|Lucas 8:22|
Un día subió Jesús con sus discípulos a una barca.
―Crucemos al otro lado del lago —les dijo. Así que partieron,
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23
|Lucas 8:23|
y mientras navegaban, él se durmió. Entonces se desató una tormenta sobre el lago, de modo que la barca comenzó a inundarse y corrían gran peligro.
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24
|Lucas 8:24|
Los discípulos fueron a despertarlo. ―¡Maestro, Maestro, nos vamos a ahogar! —gritaron. Él se levantó y reprendió al viento y a las olas; la tormenta se apaciguó y todo quedó tranquilo.
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25
|Lucas 8:25|
―¿Dónde está la fe de ustedes? —les dijo a sus discípulos. Con temor y asombro ellos se decían unos a otros: «¿Quién es este, que manda aun a los vientos y al agua, y le obedecen?»
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26
|Lucas 8:26|
Navegaron hasta la región de los gerasenos, 49 que está al otro lado del lago, frente a Galilea.
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27
|Lucas 8:27|
Al desembarcar Jesús, un endemoniado que venía del pueblo le salió al encuentro. Hacía mucho tiempo que este hombre no se vestía; tampoco vivía en una casa, sino en los sepulcros.
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28
|Lucas 8:28|
Cuando vio a Jesús, dio un grito y se arrojó a sus pies. Entonces exclamó con fuerza: ―¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!
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Sugerencias
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