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Nueva Versión Internacional -
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|Lucas 15:6|
y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la oveja que se me había perdido”.
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7
|Lucas 15:7|
Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
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8
|Lucas 15:8|
»O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata 87 y pierde una. ¿No enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?
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|Lucas 15:9|
Y, cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la moneda que se me había perdido”.
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|Lucas 15:10|
Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles 88 por un pecador que se arrepiente.
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|Lucas 15:11|
»Un hombre tenía dos hijos —continuó Jesús—.
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|Lucas 15:12|
El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia”. Así que el padre repartió sus bienes entre los dos.
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|Lucas 15:13|
Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia.
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|Lucas 15:14|
»Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad.
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15
|Lucas 15:15|
Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos.
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Sugerencias
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