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   Reina Valera (1909)									 - 
									
									 
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									26
									 
									 
									|Isaías 5:26|
									Y alzará pendón á gentes de lejos, y silbará al que está en el cabo de la tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente.
									
									    
								 
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									27
									 
									 
									|Isaías 5:27|
									No habrá entre ellos cansado, ni que vacile; ninguno se dormirá ni le tomará sueño; á ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos.
									
									    
								 
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									28
									 
									 
									|Isaías 5:28|
									Sus saetas amoladas, y todos sus arcos entesados; las uñas de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino.
									
									    
								 
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									29
									 
									 
									|Isaías 5:29|
									Su bramido como de león; rugirá á manera de leoncillos, rechinará los dientes, y arrebatará la presa; la apañara, y nadie se la quitará.
									
									    
								 
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									30
									 
									 
									|Isaías 5:30|
									Y bramará sobre él en aquel día como bramido de la mar: entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.
									
									    
								 
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									1
									 
									 
									|Isaías 6:1|
									EN el año que murió el rey Uzzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas henchían el templo.
									
									    
								 
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									2
									 
									 
									|Isaías 6:2|
									Y encima de él estaban serafines: cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
									
									    
								 
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									3
									 
									 
									|Isaías 6:3|
									Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria.
									
									    
								 
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									4
									 
									 
									|Isaías 6:4|
									Y los quiciales de las puestas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se hinchió de humo.
									
									    
								 
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									5
									 
									 
									|Isaías 6:5|
									Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
									
									    
								 
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