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   Reina Valera (1909)									 - 
									
									 
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									21
									 
									 
									|Lucas 23:21|
									Pero ellos volvieron á dar voces, diciendo: Crucifícale, crucifícale.
									
									    
								 
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									22
									 
									 
									|Lucas 23:22|
									Y él les dijo la tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ninguna culpa de muerte he hallado en él: le castigaré, pues, y le soltaré.
									
									    
								 
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									23
									 
									 
									|Lucas 23:23|
									Mas ellos instaban á grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los príncipes de los sacerdotes crecían.
									
									    
								 
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									24
									 
									 
									|Lucas 23:24|
									Entonces Pilato juzgó que se hiciese lo que ellos pedían;
									
									    
								 
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									25
									 
									 
									|Lucas 23:25|
									Y les soltó á aquél que había sido echado en la cárcel por sedición y una muerte, al cual habían pedido; y entregó á Jesús á la voluntad de ellos.
									
									    
								 
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									26
									 
									 
									|Lucas 23:26|
									Y llevándole, tomaron á un Simón Cireneo, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.
									
									    
								 
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									27
									 
									 
									|Lucas 23:27|
									Y le seguía una grande multitud de pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban y lamentaban.
									
									    
								 
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									28
									 
									 
									|Lucas 23:28|
									Mas Jesús, vuelto á ellas, les dice: Hijas de Jerusalem, no me lloréis á mí, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos.
									
									    
								 
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									29
									 
									 
									|Lucas 23:29|
									Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no engendraron, y los pechos que no criaron.
									
									    
								 
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									30
									 
									 
									|Lucas 23:30|
									Entonces comenzarán á decir á los montes: Caed sobre nosotros: y á los collados: Cubridnos.
									
									    
								 
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Sugerencias
 

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