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Reina Valera (1909)
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33
|Lucas 9:33|
Y aconteció, que apartándose ellos de él, Pedro dice á Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí: y hagamos tres pabellones, uno para ti, y uno para Moisés, y uno para Elías; no sabiendo lo que se decía.
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34
|Lucas 9:34|
Y estando él hablando esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor entrando ellos en la nube.
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35
|Lucas 9:35|
Y vino una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; á él oid.
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36
|Lucas 9:36|
Y pasada aquella voz, Jesús fué hallado solo: y ellos callaron; y por aquellos días no dijeron nada á nadie de lo que habían visto.
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37
|Lucas 9:37|
Y aconteció al día siguiente, que apartándose ellos del monte, gran compañía les salió al encuentro.
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38
|Lucas 9:38|
Y he aquí, un hombre de la compañía clamó, diciendo: Maestro, ruégote que veas á mi hijo; que es el único que tengo:
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39
|Lucas 9:39|
Y he aquí un espíritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole.
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40
|Lucas 9:40|
Y rogué á tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.
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41
|Lucas 9:41|
Y respondiendo Jesús, dice: ¡Oh generación infiel y perversa! ¿hasta cuándo tengo de estar con vosotros, y os sufriré? Trae tu hijo acá.
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42
|Lucas 9:42|
Y como aun se acercaba, el demonio le derribó y despedazó: mas Jesús increpó al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo volvió á su padre.
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Sugerencias
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