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Sagradas Escrituras (1569) -
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|Marcos 5:32|
Y él miraba alrededor para ver a la que había hecho esto.
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33
|Marcos 5:33|
Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en sí había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
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34
|Marcos 5:34|
El le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
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|Marcos 5:35|
Hablando aún él, vinieron de casa del príncipe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta; ¿para qué fatigas más al Maestro?
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|Marcos 5:36|
Mas luego Jesús, oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente.
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|Marcos 5:37|
Y no permitió que alguno viniese tras él sino Pedro, y Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
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38
|Marcos 5:38|
Y llegaron a la casa del príncipe de la sinagoga, y vio el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.
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39
|Marcos 5:39|
Y entrando, les dice: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no está muerta, sino duerme.
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|Marcos 5:40|
Y hacían burla de él; mas él, echados fuera todos, toma al padre y a la madre de la muchacha, y a los que estaban con él, y entra donde la muchacha estaba.
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41
|Marcos 5:41|
Y tomando la mano de la muchacha, le dice: Talita cumi; que es, si lo interpretares: Muchacha, a ti digo, levántate.
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Sugerencias
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