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Sagradas Escrituras (1569) -
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1
|2 Samuel 21:1|
Y en los dÃas de David hubo hambre por tres años consecutivos. Y David consultó al SEÑOR, y el SEÑOR le dijo: Es por Saúl, y por aquella casa de sangre; porque mató a los gabaonitas.
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2
|2 Samuel 21:2|
Entonces el rey llamó a los gabaonitas, y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del residuo de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habÃan hecho juramento; mas Saúl habÃa procurado matarlos con motivo de celo por los hijos de Israel y de Judá).
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3
|2 Samuel 21:3|
Dijo, pues , David a los gabaonitas: ¿Qué os haré, y con qué expiaré para que bendigáis a la heredad del SEÑOR?
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4
|2 Samuel 21:4|
Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros pleito sobre plata ni sobre oro con Saúl, y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis os haré.
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5
|2 Samuel 21:5|
Y ellos respondieron al rey: Aquel hombre que nos destruyó, y que maquinó contra nosotros; asolaremos, que no quede nada de él en todo el término de Israel.
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6
|2 Samuel 21:6|
Dénsenos siete varones de sus hijos, para que colgarlos al SEÑOR en Gabaa de Saúl, el escogido del SEÑOR. Y el rey dijo: Yo los daré.
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7
|2 Samuel 21:7|
Y el rey perdonó a Mefi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento del SEÑOR que hubo entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
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8
|2 Samuel 21:8|
Mas tomó el rey dos hijos de Rizpa hija de Aja, los cuales ella habÃa dado a luz a Saúl, a saber , a Armoni y a Mefi-boset; y cinco hijos de Mical hija de Saúl, los cuales ella habÃa dado a luz a Adriel, hijo de Barzilai meholatita;
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9
|2 Samuel 21:9|
y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los colgaron en el monte delante del SEÑOR; y murieron juntos aquellos siete, lo cuales fueron muertos en el tiempo de la siega, en los primeros dÃas, en el principio de la siega de las cebadas.
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10
|2 Samuel 21:10|
Tomando luego Rizpa hija de Aja un saco, se lo tendió sobre el peñasco, desde el principio de la siega hasta que llovió sobre ellos agua del cielo; y no dejó a ninguna ave del cielo asentarse sobre ellos de dÃa, ni bestias del campo de noche.
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