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Leia por capítulosComentário sobre a Leitura Bíblica de Hoje
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Español Moderno
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17
|2 Reis 7:17|
El rey puso a cargo de la puerta de la ciudad a aquel comandante en cuyo brazo se apoyaba. Pero el pueblo lo atropelló junto a la puerta; y murió, conforme a lo que había dicho el hombre de Dios cuando el rey fue a él.
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18
|2 Reis 7:18|
Sucedió, pues, tal como el hombre de Dios había hablado al rey, diciendo: "Mañana a estas horas, en la puerta de Samaria, se venderán dos medidas de cebada por un siclo y una medida de harina refinada por un siclo."
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19
|2 Reis 7:19|
Aquel comandante había respondido al hombre de Dios y había dicho: "He aquí, aun cuando Jehovah hiciese ventanas en los cielos, ¿sería esto posible?" Y Eliseo le había dicho: "¡He aquí que tú lo verás con tus ojos, pero no comerás de ello!"
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20
|2 Reis 7:20|
Y así le ocurrió, porque el pueblo lo atropelló junto a la puerta, y murió.
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1
|2 Reis 8:1|
Eliseo habló a aquella mujer a cuyo hijo había hecho revivir, diciendo: --Levántate tú con toda tu familia y ve a residir donde puedas, pues Jehovah ha llamado al hambre, y vendrá sobre la tierra durante siete años.
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2
|2 Reis 8:2|
Entonces la mujer se levantó e hizo como le dijo el hombre de Dios. Ella con su familia partió y se fue a residir en la tierra de los filisteos durante siete años.
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3
|2 Reis 8:3|
Y sucedió que cuando pasaron los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos y fue a clamar al rey por su casa y por su campo.
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4
|2 Reis 8:4|
El rey estaba hablando con Guejazi, el criado del hombre de Dios, y le decía: --Cuéntame, por favor, todas las grandes cosas que ha hecho Eliseo.
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5
|2 Reis 8:5|
Y sucedió que mientras él contaba al rey cómo había hecho revivir a un muerto, he aquí la mujer, a cuyo hijo había hecho revivir, vino para clamar al rey por su casa y por su campo. Entonces Guejazi dijo: --¡Oh mi señor el rey! ¡Ésta es la mujer, y éste es su hijo a quien Eliseo hizo revivir!
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6
|2 Reis 8:6|
El rey preguntó a la mujer, y ella se lo contó. Entonces el rey le asignó un funcionario, diciendo: --Haz que le sean devueltas todas las cosas que eran suyas, y todos los productos del campo, desde el día que dejó el país, hasta ahora.
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Sugestões
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19 de setembro LAB 628
SINAIS DA VOLTA DE JESUS
Joel
“Diante dele tremerá a terra, abalar-se-ão os céus; o sol e a lua se enegrecerão, e as estrelas retirarão o seu resplendor (Joel 2:10 - RA)”.
O que será abalado?
O que se enegrecerão?
O que acontecerá com as estrelas?
O livro de Joel é um livro cheio de detalhes proféticos, que levantam-nos alguns questionamentos. Nesse caso, a leitura de bons livros de apoio à leitura bíblica é de grande valia. Estou lendo o livro de Leandro Bertoldo, “Profecias Sobre o Tempo do Fim”, da Litteris Editora. O livro de Leandro Bertoldo tem como premissa básica as profecias bíblicas dos fatos que ocorrerão no tempo do fim do mundo.
Ao contextualizar a segunda vinda de Cristo, Bertoldo estuda tanto os sinais da volta de Jesus que antecedem o evento, quanto os sinais iminentes ou simultâneos ao próprio evento. E é aí que entra o livro de Joel. Ao ler Joel, é preciso reconhecer essa diferença. Por exemplo, em 2:28-31, a alusão é a sinais da volta de Jesus acontecendo no tempo em que antecede tal episódio. Mas no verso 10, a referência está mais próxima do acontecimento.
Joel profetizou que diante do Senhor, na Sua vinda, a Terra tremerá. Esse tremor é provocado pelo “grande terremoto, como nunca tinha bavido desde que há homens sobre a terra: tal foi este tao grande terremoto (Apocalipse 16:18 – RA)”.
Devido ao tremor da Terra, os céus serão abalados. O movimento aparente do Sol, da Lua e das estrelas parecerá aos olhos dos habitantes do mundo como ocorrendo fora do seu percurso natual. Tal fenômeno físico será observado devido ao efeito do “grande terremoto”, o qual provocará um deslocamento ou apalo mo movimento de rotação e translação da Terra.
O profeta Joel também anunciou que diante do Senhor da glória, o Sol, a Lua e as estrelas não emitirão sua luz. Esses astros estarão no céu, mas totalmente escuros. Isso foi o que o profeta Isaías anunciou: “Porque as estrelas dos céus e os astros não deixarão brilhar a sua luz; o sol se escurecerá ao nascer, e a lua não fará resplandecer a sua luz (Isaías 13:10)”.
Quando o Senhor aparecer nas alturas do céu, a única luz que os homens verão será aquela que emana da glória de Jesus. Essa glória será tão intensa que chegará a iluminar todo o globo terrestre (Salmo 97:4).
Concluindo o assunto, notemos: “Diante do fato de que os sinais deixados por Deus estão sucedendo um após outro em nossos dias, devemos tomar a decisão otimista de preparar-nos para aquele grande dia, para sermos dignos de encontrar o Senhor nas alturas do céu”.
Valdeci Júnior
Fátima Silva