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Nueva Versión Internacional -
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4
|Deuteronomio 34:4|
Luego el SEÑOR le dijo: «Este es el territorio que juré a Abraham, Isaac y Jacob que daría a sus descendientes. Te he permitido verlo con tus propios ojos, pero no podrás entrar en él».
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5
|Deuteronomio 34:5|
Allí en Moab murió Moisés, siervo del SEÑOR, tal como el SEÑOR se lo había dicho.
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6
|Deuteronomio 34:6|
Y fue sepultado en Moab, en el valle que está frente a Bet Peor, pero hasta la fecha nadie sabe dónde está su sepultura.
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7
|Deuteronomio 34:7|
Moisés tenía ciento veinte años de edad cuando murió. Con todo, no se había debilitado su vista ni había perdido su vigor.
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8
|Deuteronomio 34:8|
Durante treinta días los israelitas lloraron a Moisés en las llanuras de Moab, guardando así el tiempo de luto acostumbrado.
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9
|Deuteronomio 34:9|
Entonces Josué hijo de Nun fue lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés puso sus manos sobre él. Los israelitas, por su parte, obedecieron a Josué e hicieron lo que el SEÑOR le había ordenado a Moisés.
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10
|Deuteronomio 34:10|
Desde entonces no volvió a surgir en Israel otro profeta como Moisés, con quien el SEÑOR tenía trato directo.
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11
|Deuteronomio 34:11|
Solo Moisés hizo todas aquellas señales y prodigios que el SEÑOR le mandó realizar en Egipto ante el faraón, sus funcionarios y todo su país.
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12
|Deuteronomio 34:12|
Nadie ha demostrado jamás tener un poder tan extraordinario, ni ha sido capaz de realizar las proezas que hizo Moisés ante todo Israel.
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