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Nueva Versión Internacional
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4
|Jonás 4:4|
―¿Tienes razón de enfurecerte tanto? —le respondió el SEÑOR.
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5
|Jonás 4:5|
Jonás salió y acampó al este de la ciudad. Allí hizo una enramada y se sentó bajo su sombra para ver qué iba a suceder con la ciudad.
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6
|Jonás 4:6|
Para aliviarlo de su malestar, Dios el SEÑOR dispuso una planta, 4 la cual creció hasta cubrirle a Jonás la cabeza con su sombra. Jonás se alegró muchísimo por la planta.
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7
|Jonás 4:7|
Pero al amanecer del día siguiente Dios dispuso que un gusano la hiriera, y la planta se marchitó.
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8
|Jonás 4:8|
Al salir el sol, Dios dispuso un viento oriental abrasador. Además, el sol hería a Jonás en la cabeza, de modo que este desfallecía. Con deseos de morirse, exclamó: «¡Prefiero morir que seguir viviendo!»
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9
|Jonás 4:9|
Pero Dios le dijo a Jonás: ―¿Tienes razón de enfurecerte tanto por la planta? ―¡Claro que la tengo! —le respondió—. ¡Me muero de rabia!
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10
|Jonás 4:10|
El SEÑOR le dijo: ―Tú te compadeces de una planta que, sin ningún esfuerzo de tu parte, creció en una noche y en la otra pereció.
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11
|Jonás 4:11|
Y de Nínive, una gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda, y tanto ganado, ¿no habría yo de compadecerme?
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Sugerencias
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