-
Leer por capítulos:
-
Nueva Versión Internacional
-
-
9
|Levítico 10:9|
«Ni tú ni tus hijos deben beber vino ni licor cuando entren en la Tienda de reunión, pues de lo contrario morirán. Este es un estatuto perpetuo para tus descendientes,
-
10
|Levítico 10:10|
para que puedan distinguir entre lo santo y lo profano, y entre lo puro y lo impuro,
-
11
|Levítico 10:11|
y puedan también enseñar a los israelitas todos los estatutos que el SEÑOR les ha dado a conocer por medio de Moisés».
-
12
|Levítico 10:12|
Moisés le dijo a Aarón, y también a Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón: «Tomen el resto de la ofrenda de cereal presentada al SEÑOR, y cómanla sin levadura, junto al altar, porque es sumamente sagrada.
-
13
|Levítico 10:13|
Cómanla en un lugar santo, porque así se me ha mandado. Es un estatuto 6 para ti y para tus hijos con respecto a la ofrenda presentada por fuego al SEÑOR.
-
14
|Levítico 10:14|
»Tú y tus hijos e hijas podrán comer también, en un lugar puro, el pecho que es ofrenda mecida y el muslo dado como contribución. Ambos son parte de los sacrificios de comunión de los israelitas, y a ti y a tus hijos se les han dado como estatuto.
-
15
|Levítico 10:15|
Tanto el muslo como el pecho serán presentados junto con la ofrenda de la grasa, para ofrecérselos al SEÑOR como ofrenda mecida. Será un estatuto perpetuo para ti y para tus hijos, tal como lo ha mandado el SEÑOR».
-
16
|Levítico 10:16|
Moisés pidió con insistencia el macho cabrío del sacrificio expiatorio, pero este ya había sido quemado en el fuego. Irritado con Eleazar e Itamar, los hijos sobrevivientes de Aarón, les preguntó:
-
17
|Levítico 10:17|
―¿Por qué no comieron el sacrificio expiatorio dentro del santuario? Es un sacrificio sumamente sagrado; se les dio para quitar la culpa de la comunidad y hacer propiciación por ellos ante el SEÑOR.
-
18
|Levítico 10:18|
Si no se introdujo en el Lugar Santo la sangre del macho cabrío, ustedes debieron haberse comido el animal en el área del santuario, tal como se lo mandé.
-
-
Sugerencias
Haga clic para leer 1 Corintios 14-16