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Biblia de Jerusalén (1976) -
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1
|1 CorÃntios 3:1|
Yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
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2
|1 CorÃntios 3:2|
Os di a beber leche y no alimento sólido, pues todavÃa no lo podÃais soportar. Ni aun lo soportáis al presente;
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3
|1 CorÃntios 3:3|
pues todavÃa sois carnales. Porque, mientras haya entre vosotros envidia y discordia ¿no es verdad que sois carnales y vivÃs a lo humano?
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4
|1 CorÃntios 3:4|
Cuando dice uno «Yo soy de Pablo», y otro «Yo soy de Apolo», ¿no procedéis al modo humano?
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5
|1 CorÃntios 3:5|
¿Qué es, pues Apolo? ¿Qué es Pablo?... ¡Servidores, por medio de los cuales habéis creÃdo!, y cada uno según lo que el Señor le dio.
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6
|1 CorÃntios 3:6|
Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien dio el crecimiento.
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7
|1 CorÃntios 3:7|
De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer.
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8
|1 CorÃntios 3:8|
Y el que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada cual recibirá el salario según su propio trabajo,
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9
|1 CorÃntios 3:9|
ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios.
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10
|1 CorÃntios 3:10|
Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. ¡Mire cada cual cómo construye!
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