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Reina Valera (1960) -
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1
|Atos 2:1|
Cuando llegó el dÃa de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
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2
|Atos 2:2|
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
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3
|Atos 2:3|
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
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4
|Atos 2:4|
Y fueron todos llenos del EspÃritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el EspÃritu les daba que hablasen.
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5
|Atos 2:5|
Moraban entonces en Jerusalén judÃos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
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6
|Atos 2:6|
Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oÃa hablar en su propia lengua.
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7
|Atos 2:7|
Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
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8
|Atos 2:8|
¿Cómo, pues, les oÃmos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
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9
|Atos 2:9|
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
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10
|Atos 2:10|
en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquà residentes, tanto judÃos como prosélitos,
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