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Sagradas Escrituras (1569) -
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|Atos 26:31|
cuando se retiraron aparte, hablaban los unos a los otros, diciendo: Ninguna cosa digna ni de muerte, ni de prisión, hace este hombre.
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32
|Atos 26:32|
Y Agripa dijo a Festo: PodÃa este hombre ser suelto, si no hubiera apelado a César.
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1
|Atos 27:1|
Mas como fue determinado que habÃamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y algunos otros presos a un centurión, llamado Julio, de la compañÃa Augusta.
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2
|Atos 27:2|
Asà que, embarcándonos en la nave Adrumentina, alzamos velas , estando con nosotros Aristarco, Macedonio de Tesalónica, comenzando a navegar junto a los lugares de Asia.
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3
|Atos 27:3|
Al otro dÃa llegamos a Sidón; y Julio, tratando a Pablo humanamente, le permitió que fuese a los amigos, para ser de ellos asistido.
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4
|Atos 27:4|
Y alzando velas desde allÃ, navegamos bajo de Chipre, porque los vientos eran contrarios.
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5
|Atos 27:5|
Y habiendo pasado el mar de Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia.
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6
|Atos 27:6|
Y hallando allà el centurión una nave Alejandrina que navegaba a Italia, nos puso en ella.
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7
|Atos 27:7|
Y navegando muchos dÃas despacio, y habiendo apenas llegado delante de Gnido, no dejándonos el viento, navegamos bajo de Creta, junto a Salmón.
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8
|Atos 27:8|
Y costeándola difÃcilmente, llegamos a un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea.
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