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Reina Valera (1909) -
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|Atos 27:1|
MAS como fué determinado que habÃamos de navegar para Italia, entregaron á Pablo y algunos otros presos á un centurión, llamado Julio, de la compañÃa Augusta.
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|Atos 27:2|
Asà que, embarcándonos en una nave Adrumentina, partimos, estando con nosotros Aristarco, Macedonio de Tesalónica, para navegar junto á los lugares de Asia.
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3
|Atos 27:3|
Y otro dÃa llegamos á Sidón; y Julio, tratando á Pablo con humanidad, permitióle que fuese á los amigos, para ser de ellos asistido.
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4
|Atos 27:4|
Y haciéndonos á la vela desde allÃ, navegamos bajo de Cipro, porque los vientos eran contrarios.
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5
|Atos 27:5|
Y habiendo pasado la mar de Cilicia y Pamphylia, arribamos á Mira, ciudad de Licia.
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6
|Atos 27:6|
Y hallando allà el centurión una nave Alejandrina que navegaba á Italia, nos puso en ella.
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7
|Atos 27:7|
Y navegando muchos dÃas despacio, y habiendo apenas llegado delante de Gnido, no dejándonos el viento, navegamos bajo de Creta, junto á Salmón.
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8
|Atos 27:8|
Y costeándola difÃcilmente, llegamos á un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea.
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9
|Atos 27:9|
Y pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, porque ya era pasado el ayuno, Pablo amonestaba,
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10
|Atos 27:10|
Diciéndoles: Varones, veo que con trabajo y mucho daño, no sólo de la cargazón y de la nave, mas aun de nuestras personas, habrá de ser la navegación.
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