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Biblia de Jerusalén (1976) -
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7
|1 Corintios 8:7|
Mas no todos tienen este conocimiento. Pues algunos, acostumbrados hasta ahora al ídolo, comen la carne como sacrificada a los ídolos, y su conciencia, que es débil, se mancha.
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8
|1 Corintios 8:8|
No es ciertamente la comida lo que nos acercará a Dios. Ni somos menos porque no comamos, ni somos más porque comamos.
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9
|1 Corintios 8:9|
Pero tened cuidado que esa vuestra libertad no sirva de tropiezo a los débiles.
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10
|1 Corintios 8:10|
En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos?
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11
|1 Corintios 8:11|
Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien murió Cristo!
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12
|1 Corintios 8:12|
Y pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, que es débil, pecáis contra Cristo.
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13
|1 Corintios 8:13|
Por tanto, si un alimento causa escándalo a mi hermano, nunca comeré carne para no dar escándalo a mi hermano.
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1
|1 Corintios 9:1|
¿No soy yo libre? ¿No soy yo apóstol? ¿Acaso no he visto yo a Jesús, Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
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2
|1 Corintios 9:2|
Si para otros no soy yo apóstol, para vosotros sí que lo soy; pues ¡vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor!
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3
|1 Corintios 9:3|
He aquí mi defensa contra mis acusadores.
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Sugerencias
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