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 Leer por capítulos:
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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Job 1:1|
									Había una vez en el país de Us un hombre llamado Job: hombre cabal, recto, que temía a Dios y se apartaba del mal.									
     
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									2
									 
									 
									|Job 1:2|
									Le habían nacido siete hijos y tres hijas.									
     
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									3
									 
									 
									|Job 1:3|
									Tenía también 7.000 ovejas, 3.000 camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y una servidumbre muy numerosa. Este hombre era, pues, el más grande de todos los hijos de Oriente.									
     
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									4
									 
									 
									|Job 1:4|
									Solían sus hijos celebrar banquetes en casa de cada uno de ellos, por turno, e invitaban también a sus tres hermanas a comer y beber con ellos.									
     
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									5
									 
									 
									|Job 1:5|
									Al terminar los días de estos convites, Job les mandaba a llamar para purificarlos; luego se levantaba de madrugada y ofrecía holocaustos por cada uno de ellos. Porque se decía: «Acaso mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón.» Así hacía Job siempre.									
     
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									6
									 
									 
									|Job 1:6|
									El día que los Hijos de Dios venían a presentarse ante Yahveh, vino también entre ellos el Satán.									
     
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									7
									 
									 
									|Job 1:7|
									Yahveh dijo al Satán: «¿De dónde vienes?» El Satán respondió a Yahveh: «De recorrer la tierra y pasearme por ella.»									
     
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									8
									 
									 
									|Job 1:8|
									Y Yahveh dijo al Satán: «¿No te has fijado en mi siervo Job? ¡No hay nadie como él en la tierra; es un hombre cabal, recto, que teme a Dios y se aparta del mal!»									
     
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									9
									 
									 
									|Job 1:9|
									Respondió el Satán a Yahveh: «Es que Job teme a Dios de balde?									
     
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									10
									 
									 
									|Job 1:10|
									¿No has levantado tú una valla en torno a él, a su casa y a todas sus posesiones? Has bendecido la obra de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país.									
     
 
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