- 
			
				- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									1
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:1|
									Bien sabéis vosotros, hermanos, que nuestra ida a vosotros no fue estéril,									
     
 - 
									
									2
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:2|
									sino que, después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, como sabéis, confiados en nuestro Dios, tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas.									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:3|
									Nuestra exhortación no procede del error, ni de la impureza ni con engaño,									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:4|
									sino que así como hemos sido juzgados aptos por Dios para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos, no buscando agradar a los hombres, sino a Dios que = examina = nuestros = corazones. =									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:5|
									Nunca nos presentamos, bien lo sabéis, con palabras aduladoras, ni con pretextos de codicia, Dios es testigo,									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:6|
									ni buscando gloria humana, ni de vosotros ni de nadie.									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:7|
									Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables con vosotros, como una madre cuida con cariño de sus hijos.									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:8|
									De esta manera, amándoos a vosotros, queríamos daros no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestro propio ser, porque habíais llegado a sernos muy queridos.									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:9|
									Pues recordáis, hermanos, nuestros trabajos y fatigas. Trabajando día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os proclamamos el Evangelio de Dios.									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|1 Tesalonicenses 2:10|
									Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con vosotros, los creyentes.									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8