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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Hageo 2:6|
Pues así dice Yahveh Sebaot: Dentro de muy poco tiempo sacudiré yo los cielos y la tierra, el mar y el suelo firme,
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7
|Hageo 2:7|
sacudiré todas las naciones; vendrán entonces los tesoros de todas las naciones, y yo llenaré de gloria esta Casa, dice Yahveh Sebaot.
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|Hageo 2:8|
¡Mía es la plata y mío el oro! oráculo de Yahveh Sebaot.
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9
|Hageo 2:9|
Grande será la gloria de esta Casa, la de la segunda mayor que la de la primera, dice Yahveh Sebaot, y en este lugar daré yo paz, oráculo de Yahveh Sebaot.
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10
|Hageo 2:10|
El día veinticuatro del noveno mes, el año segundo de Darío, fue dirigida la palabra de Yahveh al profeta Ageo en estos términos:
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|Hageo 2:11|
Así dice Yahveh Sebaot: Pregunta a los sacerdotes sobre la Ley. Di:
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|Hageo 2:12|
«Si alguien lleva carne sagrada en el halda de su vestido, y toca con su halda pan, guiso, vino, aceite o cualquier otra comida, ¿quedará ésta santificada?» Respondieron los sacerdotes y dijeron: «No.»
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|Hageo 2:13|
Continuó Ageo: «Si alguien, que se ha hecho impuro por el contacto de un cadáver, toca alguna de esas cosas, ¿ queda ella impura?» Respondieron los sacerdotes y dijeron: «Sí, queda impura.»
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|Hageo 2:14|
Entonces Ageo tomó la palabra y dijo: «Así es este pueblo, así esta nación delante de mí, oráculo de Yahveh, así toda la labor de sus manos y lo que ofrecen aquí: ¡impuro es!»
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|Hageo 2:15|
Y ahora aplicad bien vuestro corazón, desde este día en adelante: antes de poner piedra sobre piedra en el Templo de Yahveh,
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Sugerencias
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