- 
			
				- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									2
									 
									 
									|Colossenses 2:2|
									para que sus corazones reciban ánimo y, unidos íntimamente en el amor, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios,									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|Colossenses 2:3|
									en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|Colossenses 2:4|
									Os digo esto para que nadie os seduzca con discursos capciosos.									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|Colossenses 2:5|
									Pues, si bien estoy corporalmente ausente, en espíritu me hallo con vosotros, alegrándome de ver vuestra armonía y la firmeza de vuestra fe en Cristo.									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|Colossenses 2:6|
									Vivid, pues, según Cristo Jesús, el Señor, tal como le habéis recibido;									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|Colossenses 2:7|
									enraizados y edificados en él; apoyados en la fe, tal como se os enseñó, rebosando en acción de gracias.									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|Colossenses 2:8|
									Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo.									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|Colossenses 2:9|
									Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente,									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|Colossenses 2:10|
									y vosotros alcanzáis la plenitud en él, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad;									
     
 - 
									
									11
									 
									 
									|Colossenses 2:11|
									en él también fuisteis circuncidados con la circuncisión no quirúrgica, sino mediante el despojo de vuestro cuerpo mortal, por la circuncisión en Cristo.									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8