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Biblia de Jerusalén (1976) -
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1
|Cantares 4:1|
¡Qué bella eres, amada mía, qué bella eres! Palomas son tus ojos a través de tu velo; tu melena, cual rebaño de cabras, que ondulan por el monte Galaad.
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2
|Cantares 4:2|
Tus dientes, un rebaño de ovejas de esquileo que salen de bañarse: todas tienen mellizas, y entre ellas no hay estéril.
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3
|Cantares 4:3|
Tus labios, una cinta de escarlata, tu hablar, encantador. Tus mejillas, como cortes de granada a través de tu velo.
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4
|Cantares 4:4|
Tu cuello, la torre de David, erigida para trofeos: mil escudos penden de ella, todos paveses de valientes.
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5
|Cantares 4:5|
Tus dos pechos, cual dos crías mellizas de gacela, que pacen entre lirios.
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6
|Cantares 4:6|
Antes que sople la brisa del día, y se huyan las sombras, me iré al monte de la mirra, a la colina del incienso.
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7
|Cantares 4:7|
¡Toda hermosa eres, amada mía, no hay tacha en ti!
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8
|Cantares 4:8|
Ven del Líbano, novia mía, ven del Líbano, vente. Otea desde la cumbre del Amaná, desde la cumbre del Sanir y del Hermón, desde las guaridas de leones, desde los montes de leopardos.
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9
|Cantares 4:9|
Me robaste el corazón, hermana mía, novia, me robaste el corazón con una mirada tuya, con una vuelta de tu collar.
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10
|Cantares 4:10|
¡Qué hermosos tus amores, hermosa mía, novia! ¡Qué sabrosos tus amores! ¡más que el vino! ¡Y la fragancia de tus perfumes, más que todos los bálsamos!
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Sugerencias
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