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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Esdras 8:21|
Allí, a orillas del río Ahavá, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro Dios y pedirle un viaje feliz para nosotros, nuestros hijos y nuestros bienes.
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22
|Esdras 8:22|
Pues me daba vergüenza solicitar del rey tropa y gente de a caballo para protegernos del enemigo en el camino; por el contrario, habíamos declarado al rey: «La mano de nuestro Dios está, para bien, con todos los que le buscan; y su poder y su cólera sobre todos los que le abandonan.»
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23
|Esdras 8:23|
Ayunamos, pues, buscando a nuestro Dios por esta intención, y él nos atendió.
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24
|Esdras 8:24|
Elegí a doce jefes de los sacerdotes, y además a Serebías y Jasabías, y con ellos a diez de sus hermanos;
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|Esdras 8:25|
les pesé la plata, el oro y los utensilios, ofrendas que el rey, sus consejeros, sus jefes y todos los israelitas que se encontraban allí habían reservado para la Casa de nuestro Dios.
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26
|Esdras 8:26|
Pesé y les entregué 650 talentos de plata, cien utensilios de plata de dos talentos, cien talentos de oro,
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27
|Esdras 8:27|
veinte copas de oro de mil dáricos y dos objetos de hermoso bronce dorado, preciosos como el oro.
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28
|Esdras 8:28|
Y les dije: «Vosotros estáis consagrados a Yahveh; estos utensilios son sagrados; esta plata y este oro son una ofrenda voluntaria a Yahveh, Dios de nuestros padres.
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29
|Esdras 8:29|
Vigilad y guardadlos hasta que los peséis ante los jefes de los sacerdotes y de los levitas y los cabezas de familia de Israel, en Jerusalén, en las cámaras de la Casa de Yahveh.»
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30
|Esdras 8:30|
Los sacerdotes y levitas tomaron entonces la plata, todo lo que había sido pesado, el oro y los utensilios, para llevarlos a Jerusalén, a la Casa de nuestro Dios.
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Sugerencias
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