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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Efesios 4:15|
antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo,
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|Efesios 4:16|
de quien todo el Cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrición según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo para su edificación en el amor.
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17
|Efesios 4:17|
Os digo, pues, esto y os conjuro en el Señor, que no viváis ya como viven los gentiles, según la vaciedad de su mente,
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|Efesios 4:18|
sumergido su pensamiento en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su cabeza
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|Efesios 4:19|
los cuales, habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda suerte de impurezas.
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|Efesios 4:20|
Pero no es éste el Cristo que vosotros habéis aprendido,
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|Efesios 4:21|
si es que habéis oído hablar de él y en él habéis sido enseñados conforme a la verdad de Jesús
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|Efesios 4:22|
a despojaros, en cuanto a vuestra vida anterior, del hombre viejo que se corrompe siguiendo la seducción de las concupiscencias,
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|Efesios 4:23|
a renovar el espíritu de vuestra mente,
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|Efesios 4:24|
y a revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad.
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Sugerencias
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