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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Filipenses 3:1|
Por lo demás, hermanos míos, alegraos en el Señor... Volver a escribiros las mismas cosas, a mí no me es molestia, y a vosotros os da seguridad.
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2
|Filipenses 3:2|
Atención a los perros; atención a los obreros malos; atención a los falsos circuncisos.
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3
|Filipenses 3:3|
Pues los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto según el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne,
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4
|Filipenses 3:4|
aunque yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder confiar en la carne, más yo.
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5
|Filipenses 3:5|
Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo;
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6
|Filipenses 3:6|
en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable.
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7
|Filipenses 3:7|
Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo.
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8
|Filipenses 3:8|
Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo,
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|Filipenses 3:9|
y ser hallado en él, no con la justicia mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios, apoyada en la fe,
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10
|Filipenses 3:10|
y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte,
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Sugerencias
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