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Biblia de Jerusalén (1976) -
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9
|Juan 4:9|
«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.)
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10
|Juan 4:10|
Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: “Dame de beber”, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.»
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11
|Juan 4:11|
Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva?
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|Juan 4:12|
¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?»
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|Juan 4:13|
Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed;
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|Juan 4:14|
pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.»
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|Juan 4:15|
Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.»
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|Juan 4:16|
El le dice: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá.»
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|Juan 4:17|
Respondió la mujer: «No tengo marido.» Jesús le dice: «Bien has dicho que no tienes marido,
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|Juan 4:18|
porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad.»
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Sugerencias
Haga clic para leer Ezequiel 33-35