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Leer por capítulos:
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Biblia de Jerusalén (1976) -
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20
|Mateo 8:20|
Dícele Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
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21
|Mateo 8:21|
Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
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22
|Mateo 8:22|
Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
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23
|Mateo 8:23|
Subió a la barca y sus discípulos le siguieron.
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24
|Mateo 8:24|
De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido.
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25
|Mateo 8:25|
Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!»
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26
|Mateo 8:26|
Díceles: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza.
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27
|Mateo 8:27|
Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?»
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28
|Mateo 8:28|
Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
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29
|Mateo 8:29|
Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»
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Sugerencias
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