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Biblia de Jerusalén (1976) -
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11
|Zacarías 11:11|
Quedó roto aquel día, y los tratantes de ovejas que me observaban supieron que era una palabra de Yahveh.
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12
|Zacarías 11:12|
Yo les dije: «Si os parece bien, dadme mi jornal; sino, dejadlo.» Ellos pesaron mi jornal: treinta siclos de plata.
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13
|Zacarías 11:13|
Yahveh me dijo: «¡Echalo al tesoro, esa lindeza de precio en que me han apreciado!» Tomé, pues, los treinta siclos de plata y los eché en la Casa de Yahveh, en el tesoro.
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14
|Zacarías 11:14|
Después partí mi segundo cayado «Vínculo», para romper la fraternidad entre Judá e Israel.
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15
|Zacarías 11:15|
Yahveh me dijo entonces: «Toma todavía el hato de un pastor necio.
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16
|Zacarías 11:16|
Pues he aquí que yo voy a suscitar en esta tierra un pastor que no hará caso de la oveja perdida, ni buscará a la extraviada, ni curará a la herida, ni se ocupará de la sana, sino que comerá la carne de la cebada, y hasta las uñas les arrancará.
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17
|Zacarías 11:17|
¡Ay del pastor inútil que abandona las ovejas! ¡Espada sobre su brazo y sobre su ojo derecho; que su brazo se seque del todo, y del todo se oscurezca su ojo!»
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Sugerencias
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