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Biblia de Jerusalén (1976)
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|1 Corintios 11:21|
porque cada uno come primero su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro se embriaga.
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|1 Corintios 11:22|
¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué voy a deciros? ¿Alabaros? ¡En eso no los alabo!
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23
|1 Corintios 11:23|
Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
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24
|1 Corintios 11:24|
y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»
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|1 Corintios 11:25|
Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío.»
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26
|1 Corintios 11:26|
Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga.
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27
|1 Corintios 11:27|
Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor.
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|1 Corintios 11:28|
Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa.
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29
|1 Corintios 11:29|
Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo.
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30
|1 Corintios 11:30|
Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y mueren no pocos.
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Sugerencias
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