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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|1 Reyes 3:1|
									Salomón fue yerno de Faraón, rey de Egipto; tomó la hija de Faraón y la llevó a la Ciudad de David, mientras terminaba de construir su casa, la casa de Yahveh y la muralla en torno a Jerusalén.									
     
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									2
									 
									 
									|1 Reyes 3:2|
									Con todo, el pueblo ofrecía sacrificios en los altos, porque en aquellos días no había sido aún construida una casa para el Nombre de Yahveh.									
     
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									3
									 
									 
									|1 Reyes 3:3|
									Salomón amaba a Yahveh y andaba según los preceptos de David su padre, pero ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los altos.									
     
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									4
									 
									 
									|1 Reyes 3:4|
									Fue el rey a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, porque aquel es el alto principal. Salomón ofreció mil holocaustos en aquel altar.									
     
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									5
									 
									 
									|1 Reyes 3:5|
									En Gabaón Yahveh se apareció a Salomón en sueños por la noche. Dijo Dios: «Pídeme lo que quieras que te dé.»									
     
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									6
									 
									 
									|1 Reyes 3:6|
									Salomón dijo: «Tú has tenido gran amor a tu siervo David mi padre, porque él ha caminado en tu presencia con fidelidad, con justicia y rectitud de corazón contigo. Tú le has conservado este gran amor y le has concedido que hoy se siente en su trono un hijo suyo.									
     
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									7
									 
									 
									|1 Reyes 3:7|
									Ahora Yahveh mi Dios, tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un niño pequeño que no sabe salir ni entrar.									
     
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									8
									 
									 
									|1 Reyes 3:8|
									Tu siervo está en medio del pueblo que has elegido, pueblo numeroso que no se puede contar ni numerar por su muchedumbre.									
     
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									9
									 
									 
									|1 Reyes 3:9|
									Concede, pues, a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?»									
     
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									10
									 
									 
									|1 Reyes 3:10|
									Plugo a los ojos del Señor esta súplica de Salomón,									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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