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Biblia de Jerusalén (1976)
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1
|2 Pedro 3:1|
Esta es ya, queridos, la segunda carta que os escribo; en ambas, con lo que os recuerdo, despierto en vosotros el recto criterio.
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2
|2 Pedro 3:2|
Acordaos de las predicciones de los santos profetas y del mandamiento de vuestros apóstoles que es el mismo del Señor y Salvador.
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3
|2 Pedro 3:3|
Sabed ante todo que en los últimos días vendrán hombres llenos de sarcasmo, guiados por sus propias pasiones,
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4
|2 Pedro 3:4|
que dirán en son de burla: «¿Dónde queda la promesa de su Venida? Pues desde que murieron los Padres, todo sigue como al principio de la creación».
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5
|2 Pedro 3:5|
Porque ignoran intencionadamente que hace tiempo existieron unos cielos y también una tierra surgida del agua y establecida entre las aguas por la Palabra de Dios,
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6
|2 Pedro 3:6|
y que, por esto, el mundo de entonces pereció inundado por las aguas del diluvio,
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7
|2 Pedro 3:7|
y que los cielos y la tierra presentes, por esa misma Palabra, están reservados para el fuego y guardados hasta el día del Juicio y de la destrucción de los impíos.
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8
|2 Pedro 3:8|
Mas una cosa no podéis ignorar, queridos: que ante el Señor un día es como mil años y, = mil años, como un día. =
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9
|2 Pedro 3:9|
No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, como algunos lo suponen, sino que usa de paciencia con vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión.
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10
|2 Pedro 3:10|
El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel día, los cielos, con ruido ensordecedor, se desharán; los elementos, abrasados, se disolverán, y la tierra y cuanto ella encierra se consumirá.
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Sugerencias
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