- 
			
				
 Leer por capítulos:
 - 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									1
									 
									 
									|Hechos 27:1|
									Cuando se decidió que nos embarcásemos rumbo a Italia, fueron confiados Pablo y algunos otros prisioneros a un centurión de la cohorte Augusta, llamado Julio.									
     
 - 
									
									2
									 
									 
									|Hechos 27:2|
									Subimos a una nave de Adramitio, que iba a partir hacia las costas de Asia, y nos hicimos a la mar. Estaba con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica.									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|Hechos 27:3|
									Al otro día arribamos a Sidón. Julio se portó humanamente con Pablo y le permitió ir a ver a sus amigos y ser atendido por ellos.									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|Hechos 27:4|
									Partimos de allí y navegamos al abrigo de las costas de Chipre, porque los vientos eran contrarios.									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|Hechos 27:5|
									Atravesamos los mares de Cilicia y Panfilia y llegamos al cabo de quince días a Mira de Licia.									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|Hechos 27:6|
									Allí encontró el centurión una nave alejandrina que navegaba a Italia, y nos hizo subir a bordo.									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|Hechos 27:7|
									Durante muchos días la navegación fue lenta y a duras penas llegamos a la altura de Gnido. Como el viento no nos dejaba entrar en puerto, navegamos al abrigo de Creta por la parte de Salmone;									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|Hechos 27:8|
									y costeándola con dificultad, llegamos a un lugar llamado Puertos Buenos, cerca del cual se encuentra la ciudad de Lasea.									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|Hechos 27:9|
									Había transcurrido bastante tiempo y la navegación era peligrosa, pues incluso había ya pasado el Ayuno. Pablo les advertía:									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|Hechos 27:10|
									«Amigos, veo que la navegación va a traer gran peligro y grave daño no sólo para el cargamento y la nave, sino también para nuestras propias personas.»									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8